PLAN DE CONCIENTIZACIÓN

 

PROPUESTA DE PREVENCION DEL TRASTORNO DE CONDUCTA

OBJETIVO: Prevenir el Trastorno de Conducta, mejorando las habilidades comunicativas y sociales, favoreciendo la gestión emocional y evitar los comportamientos disruptivos.

ACTIVIDADES:

“Los esfuerzos de prevención deberán comenzar desde el 

cuidado prenatal y continuar a lo largo de los años escolares”


 

1. LIMITAR LOS RIESGOS BIOLÓGICOS

Las influencias genéticas no son las únicas que determinan el desarrollo  de  un  niño.  Desde las  primeras  etapas  del  desarrollo,  las  influencias  biológicas  provenientes  del  cerebro  y  su  fisiología  pueden disminuir  o  aumentar  los  riesgos  de  que  surjan  problemas  de  conducta. Por ejemplo, tanto el consumo de drogas y alcohol por parte de la  madre,  como  las  lesiones  del  niño  en  la  cabeza  y  una  mala nutrición se han vinculado a un riesgo elevado de problemas de conducta en el niño.

En la escuela y en la comunidad:

*      Brindar  a  los  niños  ambientes  seguros  para  jugar  y  estudiar. Minimizar  la  exposición  a  sustancias  dañinas,  así  como  otros factores  de  riesgo  biológicos.

*      Proporcionar a los estudiantes comidas nutritivas y una atención médica  adecuada.

*      Los niños que han estado expuestos a riesgos biológicos pueden  requerir  atención  especial.  Los  padres  y  los  maestros  deberán proporcionar  un  ambiente  cálido,  solidario  y  estructurado  para el  desarrollo  de  los  niños.

 

2. LIMITAR LAS OPORTUNIDADES DE MALAS CONDUCTAS:

Limitar el acceso de los jóvenes al tabaco, a las drogas y al alcohol, e impedir que  se  involucren  en  conductas  violentas  o  delincuenciales,  es una  parte  importante  de  los  esfuerzos  por  evitar  los  problemas  de conducta  de  los  adolescentes.  Los niños tienen acceso  a cigarrillos, al  alcohol,  a  las  drogas  y  a  las  armas,  ya  sea  por  amigos  o  por hermanos, o por la vía de la compra o el robo.

La comunidad o el vecindario del niño también marca la diferencia de una conducta problemática. Vivir en vecindarios donde el alcohol y otras sustancias prohibidas son fácilmente adquiribles, propicia un consumo mayor entre los jóvenes. Lo mismo sucede en los vecindarios  donde  los  niños  están  expuestos  a  altas  tasas  de  violencia. Limitar el acceso a los cigarrillos, a las drogas y al alcohol reduce la  frecuencia  en  el  uso  de  estas  sustancias  entre  adolescentes. Numerosos  estudios  muestran  que  los  accidentes  automovilísticos entre jóvenes que han bebido pueden reducirse drásticamente si las leyes  y  reglamentos  hacen  más  difícil  el  acceso  al  alcohol. 

 

En la escuela y en la comunidad:

*      Crear reglamentos explícitos en  las  escuelas,  así  como  leyes  en las  comunidades  que  prohíban  la  disponibilidad  del  tabaco,  el alcohol, las drogas ilegales o las armas entre niños y adolescentes.

*      Crear  políticas  escolares  claras  que  estipulen  que  la  escuela  no permita a los estudiantes utilizar sustancias ilegales o involucrarse en  conductas  agresivas.

*      Hacer  cumplir  los  reglamentos  que  restringen  el  suministro  de alcohol,  drogas  y  armas  entre  niños  y  adolescentes.

*      Asegurarse  de  que  los  niños  no  tengan  acceso  a  las  drogas,  al alcohol y a las armas en casa.

*      Examinar  las  situaciones  en  las  que  los  niños  y  adolescentes  se involucren en conductas problemáticas, y diseñar planes específicos  para  mantener  a  los  jóvenes  alejados  de  dichas  situaciones.  Proporcionar  opciones  de  actividades  atractivas  para  que los  jóvenes  las  lleven  a  cabo.

 

3. DISUADIR LA AGRESIÓN

Los niños en los niveles de preescolar y primaria que son demasiado agresivos o poco cooperativos, tienen muchas probabilidades de que sus  compañeros  los  rechacen  y  de  que  su  aprovechamiento  escolar sea  bajo. A medida que crecen, tienen mayores probabilidades de consumir drogas y cometer delitos con violencia o sin ella. Los niños agresivos que son impulsivos y que tienen falta de atención son los más propensos  a  seguir  presentando  problemas  en  su  crecimiento.  Ayudar a estos niños a ser menos agresivos puede evitar muchos problemas futuros.

*      En la escuela y en la comunidad:
Identificar  a  los  niños  con  problemas  de  conducta  agresiva  y hacer planes específicos para reducir su agresión. Buscar a aquellos niños que hacen daño a otros con peleas o golpes, que someten a sus compañeros, que ponen apodos o que aíslan a sus compañeros.

*      Utilizar ejemplos de consecuencias positivas efectivas para alentar  a  los  niños  a  comportarse  de  forma  cooperativa,  seguir  las reglas en el salón de clases y utilizar maneras pacíficas de resolución  de  conflictos

*      Dar a conocer reglas claras de que la agresión no está permitida y poner en práctica, de inmediato, consecuencias negativas como respuesta  a  la  conducta  agresiva.

*      Trabajar conjuntamente con los padres para que puedan aprender  formas  efectivas  de  disciplina  ante  la  agresión,  así  como alentar una conducta alterna en casa.

*      Ofrecer  programas  de  capacitación  para  padres  y  maestros  que enseñen maneras efectivas para trabajar con los niños y ayudar-los a desarrollar habilidades que reduzcan la conducta agresiva.

*      Buscar la cooperación de un profesional de la salud mental calificado para niños agresivos que no logren responder a las asesorías  basadas  en  los  principios  de  este  folleto.

En  particular,  los  niños  agresivos  cuyos  compañeros  los  rechazan, que actúan compulsivamente, que tienen problemas de atención en la escuela y que presentan un bajo aprovechamiento académico  necesitan  una  intervención  efectiva.

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